martes, 29 de junio de 2010

LOS DE GALARZA


La casa de Capurro tenía asimismo claves y misterios. Por ejemplo, yo advertía que a veces, por lo común a la hora de la siesta, cuando mi padre se acercaba a mi madre y empezaba a cercarla con caricias, besos y abrazos furtivos, en ciertas ocasiones mi madre sonreía, le devolvía algún beso y luego ambos se encerraban por un rato largo en el dormitorio. Pero otras veces, cuando mi padre empezaba con sus arrumacos, mi madre se ponía seria y simplemente le decía: “Hoy no puedo, viejo. Vinieron los de Galarza”. Para mí esa respuesta era un enigma, porque yo había estado toda la mañana en casa y nadie había venido: ni los de Galarza ni los de ninguna otra familia. Además, yo no conocía a nadie que se llamara así. Sólo varios años después supe que Galarza era el nombre de un jefe colorado, durante los años de guerra civil, y según la leyenda, cuando sus hombres pasaban por algún poblado, los derramamientos de sangre eran inevitables. O sea que lo que mi madre le avisaba a mi padre (en clave, claro, debido a mi indiscreta presencia) era que estaba con la regla y en consecuencia no se hallaba en disponibilidad erótica.

lunes, 28 de junio de 2010

"Dime....."


Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,
donde puedo dormir sin recordarte,
y donde recordar sin que me duela.

Dime por favor donde puedo caminar
sin ver tus huellas,
donde puedo correr sin recordarte,
y donde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cual es el cielo
que no tiene el calor de tú mirada,
y cual es el sol que tiene luz tan sólo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cual es el rincón
en el que no dejaste tú presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada,
que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cual es la noche
en que no vendrás para velar mis sueños.....

Que no puedo vivir porque te extraño,
y no puedo morir, porque te quiero.

Jorge Luis Borges